Desde una mirada amplia, el contacto con la lengua extranjera confronta a los niños con la diferencia y permite el abordaje y la vivencia inevitable de lo otro, lo diferente, lo ajeno, lo diverso. Enseñar otros idiomas es brindar oportunidades para interactuar con textos y/o personas de otras culturas y así enriquecer su mirada del mundo, de su entorno socio – cultural y de su lugar en dicho contexto, fortaleciendo su propia identidad.
La confrontación con lo diferente a través de la lengua extranjera estimula la toma de conciencia acerca de los principios que hacen posible la vida democrática, enfatizando los lazos comunes de la humanidad y todo aquello que une a los seres humanos.
La educación de la lengua extranjera en la escuela primaria se construye a partir de los conocimientos que los niños traen consigo al ingreso de la escolaridad así como de los que van adquiriendo una vez dentro de la escuela, extendiendo y ampliando sus experiencias para incidir positivamente en su desarrollo y posibilitar el aprendizaje independiente en el futuro.