El amor, fundamento de la felicidad, se vive y se transmite en familia
Todos queremos ser felices. El camino para lograrlo es amar de verdad. Por eso si queremos que nuestros hijos sean felices hemos de enseñarles a amar. El verdadero amor es total, en cuerpo y alma, capaz de comprometerse, donarse para siempre, de manera estable.
El ámbito privilegiado para amar, ser amado y ser feliz es la familia. Por eso creemos que una vida plena consiste en vivir y morir en familia, rodeado de amor y comprensión.
Ahora también la escuela, a partir de la ley 26.150, colabora con los padres en la educación de la sexualidad de niños, niñas y adolescentes, pero son los padres los primeros y mejores educadores de sus hijos. Esta educación complementaria es eficaz si la familia y la escuela trabajan en sintonía y comparten el mismo sistema de valores. Los padres tienen el deber de estar atentos e informados sobre la Educación Sexual que enseña la escuela.